martes, 9 de agosto de 2011

Estoy aquí de paso


Es como un tren al que llevas esperando mucho tiempo... Y cuando al fin llega prefieres ceder tu asiento a otra persona. Pero tu no puedes elegirlo ahora. No eres tu la que ha elegido ese tren, el tren te ha elegido a ti. Quiere que viajes en clase preferente. TU. Hay tres detrás tuya que se sentirían mucho mas cómodas ahí. Tu prefieres un sitio mediocre, sin acceso al mas caro champagne ni a una cama digna de un hotel de cuatro estrellas. Con la probabilidad de que un revisor te pille en un asiento turista y te sancione por no seguir las normas te decides, aunque en tu billete ponga algo diferente has dicho que no, que quieres un hueco en el tren, pero uno diferente. En tú cabeza, culpabilidad. Pocas veces has tenido el placer de disfrutar de sitios vip y cuando te los conceden... no los ocupas. Entre tanto sentimiento de culpa te das cuenta que estás mejor donde estás, tal y como pensabas desde un principio, así que te acurrucas en ese estrecho asiento, lista para empezar el viaje, como siempre, con miles de preguntas. Como siempre, las respuestas sólo las descubriras viviendo.

2 comentarios:

  1. Aunque no te guste ese tren, es un regalo que te hayan cedido ese puesto de honor, ese asiento privilegiado. Disfrútalo y siéntete cómoda porque no hay nada como el regalo de que te digan te quiero en pleno siglo XXI. Vive y desfruta teniendo presente a cada una de las personas que por amor te guardan el asiento vip, tú tienes uno en mi corazón...

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